3/6/08

A mis almas errantes esperanzadas ~

Se escucha el repiquetear de la lluvia en el cristal. Ya no hay nada que hacer. Todo quedo dicho aquella tarde de abril cuando paseaban por las estrechas calles del barrio blanco. Ahora la lluvia le distrae de la amargura de saber que dejo de vivir su vida por compartirla con otra. Siente la necesidad de saltar, de volar, de alejarse de la ciudad que tantos recuerdos evoca en su mente. Se pone los auriculares y sube el volumen de la música que ahora resuena en sus oídos de tal manera que está a punto de reventarle los tímpanos pues no quiere saber nada más de este mundo que a día de hoy le provoca vómitos de ansiedad y desesperación. La canción sigue sonando, suenan una tras otra. Sus ojos enrojecidos del llanto son incapaces de cerrarse pues cada vez que lo hace encuentra su imagen desagradable. Ya no hay nada que hacer. Esperar. Esperar. Dejar pasar el tiempo. Dejar de vivir para poder errar cual mísera alma sin destino. Esperar…a que pasen los minutos, horas… años por fin! Y luego volver a sonreír porque inesperadamente ya nada tiene importancia y se puede vivir de nuevo y se puede correr y cantar y bailar y gozar y respirar y llorar e imaginar y suspirar y lograr nuevas metas y encontrar trabajo nuevo y mirar con esperanza y besar con la dulzura de la primera vez y…

1 comentario:

Anónimo dijo...

Hola mociña!
que tal todo?

que tal está la lentejita!?


Yo por aquí sin ninguna novedad, sigo con exámenes y estudiando...mi vida ultimamente se basa en la biblio y dormir...nada más...que vida más triste la mía!



Solo quería dejarte uncomentario,aunque no sabía muy bien donde hacerlo..no sé si aquí está bien...esto de la informática no es lo mío.



Para que veas que me acuerdo de tí



Un biquiño moi moi moi grande!!



chaus chaus


Di