Con el alma rota en mil pedazos...

...te escribo estas últimas palabras
para que sirvan de consuelo
para que sirvan de aliento.


Siento tanto, tanto, tanto,
todo el dolor y el llanto que te he causado y te causo.
Siento tanto, tanto, tanto,
haberte fallado,
haberme fallado.


Y olvida la culpa que no tuviste
porque no eras consciente del daño que hacías,
eso siempre lo supe
pero la reacción fue demasiado tarde
y mi corazón ya se había helado.


Trataré de ser feliz.
Espero que lo consigas.


Te dedico el último aliento
de mi corazón... ya muerto.