pero las alas le fallaron
y en las profundidades del océano se perdió.
Jamás conoció algo tan maravilloso
y la atracción por él,
le hizo perecer.
Los retos imposibles no son del todo inalcanzables
pero sí lo suficientemente difíciles
para hacer desistir al más debil
y al más poderoso.
Al primero por no disponer de recursos
y al segundo,
por resultarle el camino demasiado tortuoso.
El deseo de ir más alla de nuestras posibilidades
siempre termina con la derrota de nuestras capacidades.
¿Acaso Conformarse es la respuesta?
Yo aún no he encontrado mis limitaciones
pero el miedo me impide delinearlas.
A mi pequeño Ícaro...
1 comentario:
Querida: lo importante es no ponerse límites a uno mismo, no resignarse. Me pregunto si se disfruta más con la lucha por conseguir algo, o cuando ya se ha logrado.
Siempre buscando nuevos retos, esta vez también nos has sorprendido.
Publicar un comentario